Un mundial para todos

La idea es que todos lo puedan ver, que todos puedan disfrutar de este evento tan importante que se da sólo, con lástima para mi, cada cuatro años.

Un mundial como éste no se repetirá, es un evento que nos deja con ganas de más. Para rescatar la puntualidad de los partidos, la cultura que se percibe al recibir todo tipo de personas de la orbe y la educación de propios y extraños a la hora de compartir en los lugares que se realizan los partidos, por lo menos eso es lo que nos muestran los medios. Ni hablar de los estadios, ¡uno de ellos puede ser el equivalente a dos o tres de los nuestros en infraestructura y precio! El mundial sí es un evento de clase mundial. Es todo un show y una muestra de organización, poder económico y deporte global.

Al margen de los resultados, de los partidos, y de quien gane y quien no gane, el mundial nos deja, o me deja a mi, por lo menos una gran incognita: ¿será que nuestra cultura, nuestro país, estará algún día preparada para un evento de clase mundial como éste? la duda me rodea, no sólo por lo económico, no sólo por la organización, también por el deseo y las ganas, además de la unidad que como país debiéramos tener para realizar un evento de estos.

Creo que nos falta un poco, o mucho tal vez, lo más seguro es que deban pasar varios años y varios eventos de tamaño intermedio para lograr pensar siquiera en este evento. Pero este escrito no tiene connotación logística, ni de administración, ni siquiera es una evaluación a las conveniencias económicas y a la prudencia de realizar o no un evento de estos en nuestra nación. A mi por lo menos me encantaría que se pudiese realizar algún día.

Escribo para ponerlos a pensar un poco en nuestra calidad de seres humanos, en nuestra identidad en Cristo Jesús como ciudadanos del mundo. Nosotros, queramos o no, pertenecemos a una aldea global, el fenómeno de globalización y globalizante nos toca a todos, aunque debiera ser al revés, nosotros debiéramos estar tocando al mundo, aprovechando estas circunstancias para alcanzar y tocar más el mundo no alcanzado.

Imaginas, amigo lector, el fútbol, la Coca Cola, las ventas, la publicidad, entrando a lugares donde tal vez el evangelio aún no ha entrado. Aprovechar o no la globalización es asunto tuyo y mío, si amas realmente a Jesús, él ama al mundo entero, no sólo a ti o a mi. Somos o no somos cristianos de clase de mundial, para darte un ejemplo los apóstoles llegando al mundo entero, Pablo mismo alcanzando las naciones con el Poder del Espíritu Santo y su preparación y dominio cultural... Con los griegos me hago griego con los judíos me hago judío... ¿te suena? a mi también...

El mundo cada vez es más pequeño, el mundo es una aldea global, un lugar donde lo que pase en un sitio es rápidamente conocido, comentado y criticado en todas partes del mundo. La unificación, el sentido de hermandad parece aflorar en muchos lugares, mientras por otro lado parecen existir cada vez más personas que desean acabar con el resto del mundo. No se hasta donde podamos llegar, pero lo cierto del caso es que hoy, como nunca, el mundo está avanzando vertiginosamente hacia la unificación y la "unidad".

Joven es tiempo de orar, de movernos, por las naciones, por los pueblos, es tiempo de unir fuerzas a iglesias como la nuestra que apoyan constante y abiertamente las misiones y el evangelismo de clase mundial.

Le dejo para que lo piensen y lo comenten...