Juventud Fuerte

“Es más fácil desintegrar un átomo, que un preconcepto”
"...Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno" 1 Juan 2:14

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06 marzo 2006

Ayuda en un momento difícil


Esta carta fue enviada a un joven necesitado y con serios problemas, tal vez te sirva a ti también, fue y es la realidad de muchos de nosotros en nuestra vida.
A pesar de que no tuvimos las oportunidades que otros tuvieron, a pesar de que nunca recibimos el abrazo cálido y seguro de un padre, o tal vez el mejor consejo de una madre, a pesar de que las puertas se nos cerraban incluso antes de que llegásemos a ellas, a pesar de todo ello, nuestro Dios se acordó de nosotros. Nos tuvo en cuenta, claro, siempre lo ha hecho, Dios nos creó y nos formó, él dijo: “confío aún en el hombre y creo aún en mis hijos”, Dios mismo pensó en ti y en mi, por ello hoy aún vivimos y, mejor aún, por ello aún podemos tomar decisiones que cambiarán nuestro futuro y el de muchas personas que nos rodean. No es tarde…

Nunca es tarde, nunca es tarde para saber que hemos fallado, Dios no lo ha hecho, él nunca falla, no le conocemos como él desea que lo hagamos, no sabemos lo que es realmente vivir, pero aún así él nos sigue esperando. Dios dio todo por nosotros, lo tenía todo, el universo entero y luego de colocarnos como coronas de él, nos dejó el poder para cuidarlo o destruirlo, Dios nos dio todo, antes y después. Antes de la caída, ya era todo nuestro, pero decidimos no hacer caso, decidimos alejarnos. Luego el Padre, amoroso por demás, nos dio todo de nuevo, él mismo pensó y nos lo dio, no nos dio lo que ya era nuestro, ni oro, ni plata, ni la inteligencia para aprovecharlo y usarlo, ya eran nuestros; lo que él nos dio sobrepasa cualquier regalo, el dueño de todo, en vez de darnos lo “máximo”, nos dio su propio Hijo, nos dio su propia vida. Ese es Dios, ese es tu Dios y el mío. Nos toma de la mano…

Dios nos toma de su mano y nos lleva a nuevos lugares, a lugares donde el trabajo y el amor sí existen, donde lo cotidiano es más hermoso y un abrazo es el mejor de los regalos. Pensó de nuevo en nosotros, pensó en mi y me hizo su hijo, me dio familia, nuevo vestido y mucho amor. Pensó en ti, y me salvó a mi, para que con esta carta un poco de él tu reconozcas. Pensó en ti para que cambies, para que llegues donde el desea y donde sólo tu sabrás hacerlo, pensó en ti para que tu también, algún día no muy lejano, le escribas a alguien, le muestres su amor y puedas, en verdad, ayudar y ser ayudado.

¡Ánimo!, vales más de lo que piensas, o dicen, ¡vales la sangre de Cristo!, vales su sacrificio y amor, tanto eres para él que ha preparado el cielo, no este cielo, para tu estadía por la eternidad. Deja que él te ayude y toma la decisión de llegar al cielo, disfrutando de esta hermosa tierra.


Calurosamente,


Héctor Carvajal Rueda
Líder Juvenil
(imagen del sitio www.biblia2000.com.ar/ general/Juventud.htm)